Demasiados noches oscuras sin poder acariciar tu cuerpo, sin duda una condena para mí. Observaba en el cielo como mi vista inocente no sabía distinguir, a veces, entre un avión y una estrella. Llámame tonta o simplemente que en mi cabeza estaba tu presencia. ¿Cuántas noches, tardes, mañanas habré soñado verte aquí a mi lado?. Lo cierto es que, todos tus pequeños detalles de esa piel tan blanca los tengo gravados en mi pensamiento. Sé distinguir tu cuerpo a la perfección sin a pensar haberlo tocado. Llámame observadora o psicótica. Y es que tu cuerpo para mí es como un débil cristal, capaz de soportar mil baches o romperse a la mínima.
Por ello, a mi lado, dejarás atrás aquellas noches largas y frías.
El querer ver a una persona y no poder... Uf, cómo lo entiendo, pero yo siempre pienso que cuando llega el momento ambos lo hacemos con más ganas. Un besito.
ResponderEliminarMe diste ganas de llorar,me siento igual, hay alguien a quien quiero mucho y no tengo al lado, lo imagino junto a mi cuando duermo, pero se que es mentira, que me engaño y solo me dan ganas de llorar.
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