Como si no hubiese mañana.

Mis manos agarraban fuertemente la manta, como si la quisiera estrangular. Mientras veía en mi ventana como las gotas se deslizaban y desaparecían, pero siempre dejaban su rastro. Ahí se reflejaba como las personas pasaban por tu vida y al irse,dejaban su hueco en el corazón.
Simplemente, parecía que el tiempo se había puesto de acuerdo con mi estado de ánimo.
Mi cabeza cada vez se agachaba más no tenía fuerzas para levantarla. Las lágrimas caían seguidamente en las sábanas.
La habitación a oscuras solamente estaba con la soledad. Ella era la única que me entendía y la cual siempre callaba para escucharme.
Mi situación se repetía día tras día, no veía la salida, es más hacía tanta fuerza que mis venas se marcaban por toda la mano como si fueran las ramas de los árboles.