domingo, 7 de abril de 2013

Sigues presente.


Me levanté sin ganas. No me podía creer lo que había pasado en estos últimos días. 
Mi cuerpo estaba cansado, no podía ni con mi alma. 
Estos días eran horribles. Los días pasaban lentamente y el cielo estaba nublado. Parecía que el tiempo iba con mi estado. 
No podía hablar con casi nadie de lo que había pasado. Mi familia nunca abría la boca sobre estás cosas y los amigos... muy pocos con los que confiar.
Voy a empezar por el principio, estuvimos todo un mes cuidando a mi abuelo. Él tenía una operación el día 20 así que debería de cuidarse los días anteriores. Yo pasé momentos inolvidables con él, pero en los últimos años me aleje de él. Quizás era porque me hice mayor y quería disfrutar de la vida o porque él ya era mayor. El caso es que mi padre cuido mucho a mi abuelo, íbamos cada tarde a su casa. Mi padre le preparaba algo de comer y yo le contaba todo lo que había pasado en el colegio. Seguro que no le interesaría mucho pero él no decía nada. Estuvimos así un mes, poco tiempo para todo lo que se merecía. Me hubiera gustado que me contará todos sus sueños, sus locuras, sus amistades... todo lo que le gustaría hacer en esta vida y por supuesto hacer que se cumplieran. Pero no fue posible.
Quizás fue el mes más intenso que viví porque ya sabía lo que iba a pasar, pero no estaba preparada. 
Llego el día 20. Los médicos nos dijeron que harían todo lo que estuviera en sus manos pero que iban a ser sinceros, muy poca gente sobrevivía a esta operación.
Finalmente falleció y fue cuando me di cuenta de todos lo momentos que había perdido con él.

2 comentarios:

  1. Me encanta este blogg!
    Cuando me haga uno te sigo, aunque no me aclaro mucho jajaj :)
    besitos ^^

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