Guarde nuestros sentimientos.

Guarde la rosa roja que me regalaste entre las hojas de ese libro ¿recuerdas? Esa rosa se quedo siempre ahí. Al paso de los meses su aspecto era frío. Pero detrás de esa rosa había un sentimiento. Un sentimiento lleno de locura y pasión. Esas sensaciones que sólo tú y yo sabíamos. ¿Recuerdas cómo y dónde me la regalaste? Aquella tarde fuimos al bosque. Ya sabes que a mi esa idea no me gustaba pero te acompañé. Tú llevabas una mochila pequeña. En ella tenías una toalla, comida y dos cojines. Nuestras conversaciones parecía que duraran segundos. Tú sacabas cualquier tema para que yo sonriera.
Cuando estábamos apunto de irnos te dije que quería quedarme un rato más. Cogí el libro y empecé a leer.
-Y tú no querías venir - me reprochabas.
Te fuiste sin darme ninguna explicación. Entonces yo empece a pensar cosas raras ¿porqué siempre pensaba en negativo?.
Finalmente viniste con un montón de pétalos que lanzaste sobre la toalla. Y tú mismo me pusiste aquella rosa, la única que habías cogido. Aquella rosa sigue en ese libro, en la misma página.