martes, 10 de marzo de 2015

Mis lágrimas reclamándote y tú sin aparecer.

Día a día fingiendo. Tú ausencia en estos días lluviosos me entristecen. Las ventanas llenas de gotas me recuerdan a mis lágrimas. Lágrimas derramadas el día, en el cual, te fuiste. Te fuiste sin decirme nada, sin más, como la noche a la mañana.
Aún puedo recordar el sonido de tu risa, aunque ya no tan clara. Y es que ahí está el problema, no la quiero olvidar. Ese sonido de alegría, ese sonido de esperanza en mi vida, ese sonido que me alegraba.
También recuerdo como nuestros ojos se miraban e incluso me imaginaba el futuro a tu lado. Un futuro ya olvidado para ti. ¿Cuántos días han pasado sin ti? Ni lo sé pero este invierno me pareció eterno. Completamente días lluviosos y podía ser causa de tu ausencia, te aseguro que ¡parece que el tiempo vaya tan acorde con mi estado de ánimo!.
Y es que sé que nunca encontraré una sonrisa tan bonita ni que tú sonrisa será la misma.
Formarás parte de mi pasado, de ese pasado tan agradable pero a la vez amargo. 

2 comentarios:

  1. Esta entrada me ha caído como anillo al dedo, es triste cuando se da por terminado algo que iba para más.
    Un beso.

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