jueves, 27 de noviembre de 2014

Cada vez me importas menos pues lo digo cuando bebo.

Se decía que ella estaba viviendo un sueño, es más, todas las personas del pueblo la veían siempre sonriendo y cantando. Ella siempre decía "Lo mejor de esta vida es la felicidad". Su realidad era como el Estado Ideal de Platón, tan perfecto, tan permanente.
Su sonrisa era como un destello en medio de la noche oscura y fría, ahí se encontraba la esperanza. Ella veía como la vida le sonreía o como ella sonreí a la vida, simplemente sonreía y eso era lo importante.
Pasaron los minutos, los días y los meses hasta que su tan perfecta sonrisa desapareció. El pueblo, prácticamente ya no sabía ni donde se encontraba y lo peor aún, ella había pasado a ser esa noche oscura y fría. Quizás sus manos tan suaves se convirtieron ásperas y resecas. Quizás su pelo cegador se volvió repugnante. Nadie lo sabía.
La verdad es que cada vez que pasas por su vivienda percibes una gran negatividad y una baja temperatura, quizás la felicidad de las personas tiene fecha de caducidad.

6 comentarios:

  1. El texto es precioso. Pero no estoy de acuerdo en lo que escribes en una cosa. Yo creo que la felicidad no tiene fecha de caducidad, sino que al final nosotros mismos tenemos que aprender a hacernos más felices de las pequeñas cosas, de los pequeños momentos. Debemos ir encontrando pequeños nuevos destellos de felicidad.
    Igualmente, me ha encantado. Un besito :)

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    1. Simplemente lo hice para exagerar el mal momento en el cual se encontraba y así hacer su tristeza más larga.
      Muchas gracias! :)

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  2. Creo que en parte la entrada me gusto,pero si, tambien pienso que a la felicidad hay que encontrarla, no dejarla de lado por un dia gris..

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    1. Ya he contestado anteriormente la razón de porque la hice así.
      Muchas gracias! :)

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  3. Ohhhh me encanta tu blog, desde ya te estoy siguiendo, y te dejo una invitación a que te des una vuelta por el mio si queres, besos :D

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  4. Antes que nada la foto me encanta. Para seguir, el tema que trata este texto es muy interesante. Yo considero que la felicidad no es un estado permanente, sino que aparece en momentos concretos y que de esos momentos nos alimentamos y son los que nos empujan a seguir queriendo encontrar esa felicidad. Si estuvieramos constantemente felices quizás nos pasaría como a esta chica del texto, que empezaríamos a ver la felicidad como un estado rutinario, monótono y, por tanto, no seríamos capaces de disfrutar de ella.
    Me ha gustado mucho.
    Un beso, Ana :)

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