domingo, 17 de noviembre de 2013

No veía la salida.

Me encontraba como en un pozo bajo tierra. No recordaba como se reflejaba la luz en el mar ni como la luz quemaba mi piel.
Tengo tantas ganas de respirar aire puro, aquí solo respiraba polvo. Mi cuerpo estaba lleno de arena, no tenía mantas, alimentos ni agua. Mi cuerpo estaba tocando la arena, era como si yo fuese la carne y la arena el plato.
No tenía esperanzas y lo peor es que yo misma me daba cuenta. Era como estar en una habitación y no ver la salida. No había puertas, ni ventanas... no había nada que te comunicase con el exterior.
Todo esto era muy duro, demasiado para mi.
Lo único que intentaba era salir de aquel sitio viva y entonces fue cuando mi instinto de supervivencia apareció.

2 comentarios:

  1. Qué bueno que hayas podido salir de lo que te hace mal. Bien por vos, es un nuevo comienzo. Disfrutá el aire y la luz que tanto extrañaste.
    Un abrazo grande!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una gran noticia, la verdad.
      Muchas gracias por comentar :)

      Eliminar