martes, 3 de septiembre de 2013

Mis ojos veían lo que nadie veía.

Y hay estaba sentada en aquel coche blanco. Esperando. Mire como las gotas empezaban a caer en el cristal. Los colores del semáforo ya no se veían con claridad. Y pensé en todo lo que me rodeaba, en mis amistades, en mi futuro, en mi familia, en mi pasado... y no pude sacar ninguna conclusión. Mi vida a pasado casi sin darme cuenta, como un abrir y cerrar de ojos. 
Y entonces me pareció ver lo que nunca había visto. Era un ¡angel! ¿desde cuando existian? No me podia creer lo que estaba viendo. Seguramente me había sentado mal porque esto no tenía explicación. La gente que pasaba por su lado no lo veían. Solo yo. Así que no le di gran importancia. De repente oí un ruido y era mi madre abriendo la puerta del coche.
-Ya estoy aquí. Lo siento por tardar pero es que el banco no se aclaraba. - dijo con cara de desesperación. - ¿Estas bien? Te noto un poco pálida.
-Solo estaba pensando...

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