El amor recorría todas las palabras.

Moriría por volver a tener las mismas conversaciones de antes. ¿Las recuerdas verdad? Esas en las que el amor recorría todas las palabras. Expresábamos nuestro amor de todas las maneras. Tú siempre decías "Nuestro amor es para siempre" , "No hay ninguna como tú" , "Nunca te haré daño". Típicas palabras que luego no se cumplen. Pero yo como una idiota te seguía el juego. Tengo un defecto y ¿sabes cuál es? no abrir los ojos cuando delante de mis narices me están mintiendo.

Pero bueno, te vuelvo a repetir que era una idiota. 

Nuestras conversaciones duraban horas y horas. Recuerdo que cuando alguno de los dos no podíamos dormir nos hablábamos hasta que alguno se durmiera. Hablábamos todos los días, no podíamos estar ni un día separados.

Pero el amor no dura siempre. Al final nuestras conversaciones se transformaron en el pasado y tu recuerdo pasó al olvido.