lunes, 7 de enero de 2013

Aquel día.

-¿Lo recuerdas todo?
-A la perfección. Todo empezó aquel verano caluroso. Puede ser que nos habíamos visto antes, pero no le dimos importancia en aquel momento. 
-¿Ahora es importante en tu vida?
-Ahora él es mi vida. - proseguí - Recuerdo que casi todos los días iba allí para pasar el rato. No te voy a mentir. Puede ser que no me fijara en él por razones que él y yo conocemos. Pero a pesar de todo eso seguimos adelante. Nuestro amor era tan fuerte y puro que podía con todas las murallas que se opusiesen.
Aun puedo notar como me sentía en aquellos momentos... Me sentía capaz de hacer cualquier cosa por él, sentía que la felicidad recorría mi cuerpo, sentía que al escuchar su nombre mis pelos se ponían se punta, sinceramente, me encontraba en un estado de perfección. Ahora recuerdo aquellos momentos y me parecen maravillosos. Pero lo más importante es aquel día tan especial. Aquel día en el cual tú me dirigiste la palabra. Ahí puede ser que no me diera cuenta de las cosas, pero no lo tengas en cuenta, era una inocente.
Quizás el primer día que nos dirigimos la palabra no fue especial, pero lo importante de la historia es el final ¿no?. En principio sabes que no estaba muy segura de salir contigo, pero bueno tú ya lo sabes. Ahora lo único que importa es que no me arrepiento de haberte dicho sí a esa pregunta. Ahora mismo, en todo este tiempo que llevamos, a sido magnífico. ¿Recuerdas aquel día de los Viveros? sí, sí, aquel día que fuimos por la mañana y por la tarde. No nos cansábamos de estar allí. Al final de la tarde se acercó la lluvia, aunque no nos preocupaba, o por lo menos a mi. ¿Sabes por qué? porque no me importa nada de lo que pase si estoy a tú lado. Puede ser que de esta historia halla mucho más que contar muchos momentos más, las risas entre él y yo, nuestras señas, nuestros recuerdos... pero ahora lo que importa es que esta historia no tiene fin.

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