-¿Pero no ves que no puedes? estas atada a unas cadenas y tus alas ya no tienen fuerza. Míralas Están cansadas y sucias. - esa voz no sabía de donde venia, estaba todo demasiado oscuro.
-¡Deja a mis alas! Me iré de aquí si quiero porque esto es una injusticia, yo no tendría porque estar aquí. Yo no soy como ellos. Yo no he echo nada malo.
-Ya veo que eres diferente. - cada vez se acercaba más a la luz de la ventana.
-Tú nunca sabrás como me siento yo. Nosotras también tenemos sentimientos, también sabemos lo que es amar, sufrir... La diferencia es que yo necesito libertad. Quiero poder volar y ver toda la ciudad desde arriba. Quiero sentirme única y especial y no estar aquí encerrada. Quiero volver a sentir esa sensación.
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